viernes, 23 de enero de 2009

¿Quién eres tú?


¿Quién eres tú? Esa es una pregunta importante; tu respuesta demostrará lo que crees acerca de ti mismo y cómo te sientes respecto a ti mismo. Tómate tiempo ahora para contestar esa pregunta.

¿Quién eres? ¿Tú respuesta incluye cómo se siente Dios con respecto a ti o cómo él determina tu valía? Satanás y sus demonios tienen dos deseos nefastos: primero, engañarte en cuanto a quién es Dios y segundo, engañarte en cuanto a lo que Dios cree de ti. Satanás sabe que si logra hacerte creer una mentira, podrá controlar tu vida.


Cuando te dices a ti mismo; ’’no puedo hacer nada bien’’ o ‘’no puedo vivir para Cristo, fracasaré’’, estás creyendo las mentiras del enemigo. Nuestra identidad es muy importante porque controla la manera en que nos comportamos. Por ejemplo, si crees que eres feo y tonto, estás menos dispuesto a ocuparte de tu cuerpo y a tratar de esforzarte en tus estudios. Desarrollas la clase de actitud del ¿Para que? Si te ves a ti mismo como un pecador empedernido ¿Cómo crees que vivirás? ¡Probablemente peques más!

‘’Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él’’ (Proverbios 23:7).

Tendemos a tomar la identidad por lo que parecemos o por lo que hacemos. ¿Pero lo que tú eres, está determinado por lo que haces o lo que haces está determinado por lo que eres?
La segunda declaración es la correcta. Nuestra identidad está dada por lo que Jesús hizo por nosotros, no por lo que podamos hacer nosotros por él. Si lo piensas detenidamente ¿qué podemos hacer para Jesús que no provenga del poder del Espíritu Santo de Dios?

‘’Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer’’. Juan 15:5

Nuestra esperanza en crecimiento, significación y llenura como cristianos está basada, no en nuestras capacidades académicas o nuestros logros atléticos sino en comprender quienes somos como hijos de Dios. Segunda de Corintios 5: 16- 17 dice: ‘’ De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas’’.

Autor Desconocido

No hay comentarios:

Post Relacionados

Seguidores